Si tan solo pudieras verme ahora, te dejaría probarme. Sé que te gustaría porque te vi y sentí antes y era lo que me pedías en aquellos momentos en que juntos, hacíamos magia.
Ojalá y la inmensa energía entre mis piernas y el corazón pudieran llevarse entero el horrible pasado entre nosotros y dejar en nuestras memorias sólo lo bello que nos hizo sonreír.
Deseo con toda mi alma que la vida y tu mismo acaben con tu estorbo mental, porque esa carga no te sirve y solo te genera una vida insatisfecha y disfuncional.
Sueño con empezar de nuevo para volver a sentirnos. Era inmensamente maravilloso olernos, lamernos y devorarnos, alma gemela mía. La muerte las últimas noches ha sido inmensa, deliciosas contracciones continuas que, extasiada, me hacen repetir tu nombre una y otra vez.
Mi cuerpo te pide, te añora, te extraña y yo no sé cómo explicarle que nunca volverás. Me queda imaginarte, recordar tu aroma y sabor, evocar el placer de nuestras dulces mieles, gozosa hasta la rendición, soñar con tu mirada, pendiente de la mía, ansiosa de recibir tu semilla en mi tibio centro, una y otra vez.
Crónicas del fin del mundo 